Situada en la provincia de Alicante, la Costa Blanca es un destino privilegiado que combina playas de arena dorada, calas escondidas, paisajes montañosos y una rica herencia cultural. Con más de 200 kilómetros de costa bañados por el Mar Mediterráneo, es un lugar ideal para los amantes del sol, la naturaleza y la historia. Costa Blanca ofrece un sinfín de experiencias que no te puedes perder.
Naturaleza y aventura en Costa Blanca
La Costa Blanca no solo destaca por su litoral. Su entorno natural invita a la aventura:
El Parque Natural del Peñón de Ifach (Calpe) ofrece rutas de senderismo con panorámicas espectaculares del mar.
La Sierra Helada, entre Benidorm y Altea, es perfecta para caminatas al amanecer.
Y para los amantes del submarinismo, la Isla de Tabarca, la única habitada de la Comunidad Valenciana, es un paraíso marino de aguas cristalinas.
Si prefieres la adrenalina, puedes practicar kayak, paddle surf o vela, o explorar rutas ciclistas que conectan pueblos mediterráneos, viñedos y miradores naturales.
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El interior de la Costa Blanca
Más allá de la costa, el interior de la provincia guarda tesoros escondidos que merecen una parada.
Vía Ferrata del Ponoig (K4): una de las más espectaculares de Alicante. Tramos verticales, puentes colgantes y vistas al mar te acompañan durante la subida al imponente “León Dormido”.
Ascensión al Ponoig: una experiencia exigente pero inolvidable para los amantes del senderismo. Desde su cumbre, el Mediterráneo y el Puig Campana se abren ante ti. Muchos viajeros deciden pernoctar cerca, en autocaravana, para disfrutar del aire puro y el silencio de la montaña.
Polop, a los pies del Ponoig, es uno de esos pueblos con alma mediterránea: calles empedradas, fuentes, miradores y un casco antiguo lleno de historia y calma.
Pueblos de encanto en Costa Blanca
Los pueblos de la Costa Blanca conservan su esencia mediterránea con calles empedradas, fachadas blancas y un ambiente acogedor. Altea es uno de los destinos más pintorescos, con su casco antiguo lleno de encanto y su iglesia de cúpula azul, emblema de la región. Jávea, con su combinación de playas, puerto y casco histórico, es una opción perfecta para quienes buscan un lugar con encanto y naturaleza. Guadalest, en el interior, es un impresionante pueblo medieval con vistas inigualables al embalse de color turquesa. Denia y Villajoyosa también son destinos imprescindibles, con sus coloridas casas y su tradición pesquera.

Sabores locales de Costa Blanca
La gastronomía de la Costa Blanca es un reflejo de su cultura mediterránea, con productos frescos y recetas tradicionales. La paella y los arroces en sus múltiples versiones son los protagonistas, destacando el arroz a banda y el arroz del senyoret. Otros platos típicos incluyen el caldero de Tabarca, un guiso marinero, la pericana, una mezcla de pimientos secos y bacalao, y los dulces como los turrones de Jijona y Alicante. Acompañar la comida con un buen vino de la D.O. Alicante es imprescindible para disfrutar de la experiencia completa.

Área de autocaravana en la Costa Blanca
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Uno de los puntos más recomendados es el Área Camper Ponoig, en Polop:
Conclusión
Viajar en autocaravana por la Costa Blanca es una experiencia que combina sol, cultura, naturaleza y libertad. Desde sus playas hasta sus pueblos de montaña, cada rincón invita a disfrutar a tu ritmo.
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